lunes, 21 de enero de 2013

Insecto del mes: ICNEUMÓN

Dije que haría especial hincapié en los insectos en entradas anteriores, ya que son los más abundantes. He pensado que una de las mejores maneras de destacarlos sería escribir cada mes una entrada sobre un insecto en concreto (o una familia, vaya), y si puedo eso haré. Hablaré de su diversidad y clasificación, sus costumbres diferenciadoras y su importancia en el ecosistema. La entrada de hoy será de una familia completa de insectos, pero normalmente será de un género o incluso de una especie (para poder concretar más).

El insecto de este mes es el icneumón.

Ya os adelanté una foto en la entrada anterior, ya que lo puse como ejemplo en una de las imágenes. De hecho, lo he elegido porque me parece un grupo de insectos muy interesante por sus costumbres, de los insectos que más me fascinan.

La familia ichneumonidae es una familia del orden hymenoptera, orden al que también pertenecen, entre otros, abejas, avispas, abejorros y hormigas. Se pueden considerar avispas, pero en realidad se diferencian de ellas en que las hembras tienen ovopositor en vez de aguijón. Ambos órganos son del mismo origen evolutivo, y de hecho el ovopositor contiene veneno, pero solo la subfamilia de icneumónidos ophioninae puede picar con él. Las abejas y avispas, en cambio, usan el aguijón como arma.

A pesar de ser una familia poco conocida a nivel divulgativo, son el grupo más numeroso en especies de los himenópteros, habiendo más de 60.000 especies, sobre todo en latitudes altas (a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los grupos de seres vivos: va en contra del gradiente latitudinal de diversidad taxonómica). Hay también una gran diversidad entre ellas en cuanto a tamaños, ya que puede variar de los 2 mm a los 2 cm.

Todos los icneumónidos son parásitos. Depositan los huevos sobre larvas de otros insectos, donde eclosionarán y las larvas se alimentarán del interior del cuerpo del huésped. Cuando las larvas están suficientemente desarrolladas, pupan. Sin ningún contratiempo, finalmente las larvas y pupas de icneumón matan al huésped. Este huésped puede ser otro himenóptero, un coleóptero (escarabajo), un lepidóptero (mariposa o polilla)... Algunas especies exigen que el huésped sea un insecto en concreto, mientras que otras  pueden depositar sus huevos en varios de estos insectos. Normalmente se trata de insectos que viven en los árboles, aunque algunas especies depositan sus huevos en el suelo.

Las hembras realizan la ovoposición con su largo ovopositor, frecuentemente más largo que el resto de su cuerpo. Con él, depositan los huevos la mayoría de veces directamente sobre el huésped. El proceso de ovoposición es complejo y sigue los siguientes pasos:
  1. La hembra fecundada tantea el tronco del árbol alrededor del cual se suele encontrar revoloteando e intenta percibir la presencia de un huésped en el interior con sus antenas.
  2. Taladra el tronco con su largo ovopositor.
  3. Inserta el ovopositor en la cavidad de la larva huésped.
  4. Efectúa ajustes sobre la larva huésped para conseguir un lugar donde los huevos puedan desarrollarse  y eclosionar.
  5. Deposita los huevos
He aquí el proceso de ovoposición descrito en fases de un Dolichomitus Imperator:
No solo son las hembras las que revolotean alrededor de los árboles. Por ejemplo, los machos de Rhyssa persuasoria (avispa taladradora) buscan alrededor de los árboles a que salgan hembras adultas recién salidas de la pupa, para aparearse con ellas.

En el ecosistema, los icneumónidos son consumidores de segundo o tercer grado, ya que se alimentan de otros animales hervíboros (escarabajos, polillas...) o carnívoros (avispas...). Aunque sea parásito, también es presa de bastantes depredadores, entre los que se encuentran, por supuesto, otros insectos carnívoros, como es el caso del asílido. A juzgar por sus costumbres, se deduce que mantiene a raya las poblaciones de insectos como mariposas, polillas o avispas. De esta forma, juega un papel muy importante como controlador de plagas.









No hay comentarios:

Publicar un comentario