miércoles, 31 de julio de 2013

Insecto del mes: MACAÓN

El insecto de este mes es el macaón.


Lo he elegido porque he estado de vacaciones en el sur de España, y como estaba en una zona poco urbana, he podido ver muchas especies de insectos, de las cuales una de las más llamativas me pareció esta mariposa. Pensé que tendría que ser una especie de hormiga el insecto de este mes, ya que hasta saqué fotos y vídeos personalmente, pero como todavía tengo que pasarlos al ordenador y todo... y hasta que escribo todo lo que tengo que escribir y tal... pues casi mejor lo dejo para agosto y en julio escribo acerca de esta gigantesca mariposa.

El macaón es una de las mariposas más grandes y para muchos de las más bellas de Europa. Dentro del orden de los lepidópteros, pertenece al suborden de los ropalóceros o mariposas diurnas (aunque la zigena y la esfinge colibrí, que también son diurnas, no pertenecen a este suborden). De este suborden hay 210 descritas en la península Ibérica. Tienen un colorido vivo y antes finas y terminadas en forma de maza, y el macaón no es una excepción.

A las mariposas, tal vez por el hecho de que son para muchos los insectos más bellos y apreciados (aunque, evidentemente, su importancia en el medio ambiente no es mayor que la de cualquier otro insecto), Linneo les dio nombres tomados de la mitología griega. El macaón tiene el nombre de Macaón, hijo de Asclepio, el dios de la medicina. De ahí viene el nombre de la especie, Papilio machaon, siendo "Papilio" el término en latín para designar a las mariposas. Entre sus nombres comunes, ademas de simplemente "macaón", se le llama "cola de golondrina".

El ciclo biológico del macaón, al igual que el del resto de mariposas, es bien conocido: después de la fecundación, la hembra deposita los huevos en las hojas de umbelíferas, entre las que se pueden encontrar plantas cultivadas por el hombre, como la zanahoria. No se considera plaga ya que no perjudican las plantas. Las orugas, al igual que los adultos, tienen colores vivos, especialmente en el tercer estado larvario. Además, poseen un cuerno hendido telescópico, de color rojo, que desprende un olor desagradable, para disuadir a los agresores. Las crisálidas, con el fin de camuflarse, son verdes en primavera y pardas a final de temporada. Eclosionan en la primavera.






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