martes, 18 de junio de 2013

Insecto del mes: MOSQUITO

El insecto de este mes es el mosquito.


Lo he elegido porque, ahora que empieza el verano, mucha gente andará preocupada o sencillamente asqueada por las picaduras de mosquito que siempre hay en verano, bastante molestas, por cierto. Seguro que no soy el único que ya ha sido víctima de varias de ellas. Me centraré sobre todo en por qué pican, la especie más común para nosotros y si realmente puede llegar a ser peligrosa esta picadura. Concluiré con una eficaz argumentación sobre su importancia ecológica, que a veces nos cuestionamos: ¿cómo un insecto tan coñazo (perdonen el vulgarismo) puede tener algo bueno?

Solemos denominar mosquito o zancudo a cualquier insecto de la familia de los cucílidos. Se trata de delgados insectos voladores que poseen patas alargadas. En total, se conocen alrededor de unas 3.500 especies de mosquitos. Las hembras son más grandes que los machos, y las larvas se desarrollan en el agua. La dieta de los machos y las hembras varía. Mientas que los machos se alimentan principalmente de néctar y savia, las hembras son hematófogas, es decir, se alimentan de sangre (excepto las del género Toxorhynchites), y tienen una probóscide que las prepara para picar a mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Esa sangre tendrá un papel primordial en cuanto a la fabricación de los huevos. Por ello, las hembras necesitan picar a vertebrados (de hecho, solo pican las hembras, los machos son inofensivos). Al hacerlo, "anestesian" a la víctima, de manera que no perciba la picadura hasta pasado un tiempo (tras el cual, por supuesto, el mosquito ya se habrá ido). Por tanto, normalmente pican cuando la víctima está durmiendo. En cuanto al comportamiento trófico de las hembras, es variado: en algunas especies tienen preferencia por las aves, otras por los mamíferos...

En Europa, así como en muchas partes del mundo, el mosquito más abundante es el mosquito común, Culex pipiens. Se encuentra en todas las regiones templadas del mundo, y habita diferentes hábitats debido a su gran capacidad de aclimatación. Las larvas se pueden desarrollar en casi cualquier hábitat dulceacuícola: pueden habitar ríos, lagos, lagunas, pantanos, pero les vale con una simple llanta de agua, una cisterna, la costa de un riachuelo, un agujero húmedo de un árbol, un bidón o incluso el interior de plantas carnívoras; en   definitiva, cualquier tipo de recipiente abierto cuya altura de agua sea superior a 1 cm. No requieren mucha más agua, debido a su pequeño tamaño (incluso en los adultos, rara vez excede los 7 mm). Son insectos holometábolos (metamorfosis completa), por lo que pasan por una fase de crisálida. Viven entre 2 y 3 semanas. 

La picadura de Culex pipiens no es en absoluto dolorosa, aunque sí un poco molesta. Sin embargo, puede llegar a ser peligrosa por las numerosas enfermedades que el insecto porta: encefalitis japonesa, meningitis, urticaria y virus del Nilo Occidental. Además, otras especies distribuidas por otras partes del mundo, son también portadoras de enfermedades humanas. Por ejemplo, el mosquito tigre (Aedes albopictus), originalmente sudamericano, e introducido en Europa, es el causante de el dengue, la fiebre amarilla y enfermedades arbovíricas, mientras que una especie del mismo género, Aedes aegypti, también puede transmitir las dos primeras. Pero el problema más serio sin duda reside en el género Anopheles, ya que se trata del vector de la malaria humana. Causa cada año la muerte de 200 millones de personas, y al ser la enfermedad que más muertes causa anualmente en el ser humano, se podría decir que dos especies de este género son los animales más mortíferos. Contando todo ello, cabe decir que, debido a la gran cantidad de enfermedades que propagan, los mosquitos son los animales que más muertes causan en los seres humanos. 

Los mosquitos están entre el 1% de insectos que son perjudiciales para el ser humano. No obstante, no debemos olvidar la perspectiva ecológica, por decirlo de otra forma, mirar "más allá de lo que vemos". Con esto quiero decir que, por muy malos que puedan parecer, hay que recordar que, debido a que los machos se alimentan de polen y néctar, son unos importantes polinizadores. Además, son la base de la cadena alimenticia de muchos ecosistemas, puesto que habitan casi todas las zonas del planeta: son parte de la dieta de murciélagos, arañas, aves, anfibios, repitles, peces e insectos carnívoros. Un ejemplo de la importancia trófica de estos insectos es el del parque Camargue en Francia, donde se fumigaron y la población de aves se redujo drásticamente. Por otra parte, la extinción de los mosquitos conllevaría no solo a la extinción de animales que se alimentan básicamente de ellos como el pez mosquito (especializado en cazar mosquitos), sino de todos los peces que se alimentan de ese pez, y también de todas las plantas dependientes de ellos para su polinización. Sería una extinción sin duda a gran escala.

Seguramente, la solución al problema actual sea la prevención de enfermedades transmitidas por los mosquitos y su cura, y no pase por fumigar ni por el uso de insecticidas.








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