martes, 5 de febrero de 2013

Filos animales (IV): cordados

Los animales pertenecientes al filo chordata se caracterizan por tener notocorda (una estructura embrionaria que tiene de funciones establecer el patrón ventral del tubo neural y el eje izquierda-derecha y determinar el esclerotoma) de células turgentes, si no en toda su vida, en alguna fase de su desarrollo, y cuatro sinapomorfias más (menos destacadas que la notocorda). Han tenido una larga evolución en que han sufrido varias adaptaciones morfológicas y fisiológicas, lo que les ha dado un mayor control del metabolismo además de que han desarrollado un complejo sistema nervioso.

Por otra parte, todos los cordados tienen cola postanal al menos en alguna parte de su desarrollo. Su sistema de circulación es cerrado, con un corazón ventral, y el sistema digestivo es completo, con dos orificios (boca y ano) bien diferenciados. Tienen epineura, una estructura nerviosa tubular y dorsal al tubo digestivo. En el caso de animales más complejos, esto da lugar al encéfalo y la médula espinal.

A este filo pertenecen los procordados, que engloban a los cefalocordados, urocordados y hemicordados. Son todos marinos y, aunque tengan todas las características generales de los cordados, no tienen ni columna vertebral ni cráneo, así que deben considerarse invertebrados (cabe decir, por tanto, que es erróneo ese uso indistinto de "vertebrado" y "cordado"). En lo que a la filogenia se refiere, son próximos a los equinodermos. A esta agrupación parafiléctica pertenecen algunos gusanos solitarios (enteropneusta) y colonias con formas de hidroides y zooides (pterobranchia). Pocas especies son conocidas, como los gusanos bellota o las ascidias


De todas formas, la mayoría de especies de cordados son vertebrados. Se caracterizan por la columna vertebral dorsal que, en los adultos, reemplaza a la notocorda. Constituye el ancla de un esqueleto interno que les proporciona sostén y motilidad. De esta forma, su sistema nervioso está muy desarrollado. También está muy desarrollado su sistema endocrino, controlado por el hipotálamo y la hipófisis. Cuentan, así, con una gran cantidad de hormonas que regulan el metabolismo. Mediante mensajes bioquímicos, los órganos antes mencionados ejercen su acción sobre gónadas, páncreas, etc.

La mayoría de los vertebrados son peces; de hecho, constituyen todos los subfilos de vertebrados excepto uno. Son abundantes en todo tipo de aguas, tanto dulces como saladas, y tanto superficiales como profundas. Pero no pueden vivir en tierra, ya que su respiración es branquial. Al ser acuáticos, tienen su piel recubierta de escamas y en cuanto al aparato locomotor han desarrollado diferentes tipos de aletas: dorsales (en la zona dorsal), caudal (en la cola), anales (cercanas al ano), pectorales (detrás de las branquias) y pélvicas (ventrales a las pectorales). Los peces contraen alternativamente los músculos de uno y otro lado del cuerpo para avanzar hacia delante. En cuanto al esqueleto, es óseo, excepto en el caso de la subclase chondrychtyes (tiburones y rayas) en cuyo caso está compuesto exclusivamente de cartílagos, también en los adultos. Al vivir en medio acuático, excretan sus residuos nitrogenados directamente en forma de amonio y su fecundación suele ser externa. Muchas de las clases están ya completamente extinguidas, pero aún así quedan vivas 24.000 especies descubiertas, aunque muchas están amenazadas por la sobrepesca.




El único clado de vertebrados no peces es el de los tetrápodos ("cuatro patas"). Este grupo engloba a cuatro clases claras y diferenciadas:
  • Anfibios: son una clase de vertebrados curiosa, ya que pueden vivir tanto en el medio acuático como terrestre (aunque en ambientes húmedos). La mayoría son carnívoros, y se alimentan de artrópodos y otros invertebrados. Cumplen un rol vital en el ecosistema, no solo por su posición trófica sino también por el flujo de materia y energía que realizan del medio acuático al terrestre y viceversa. Las crías tienen respiración branquial y por tanto viven en medio acuático, mientras que los adultos son de respiración pulmonar. Muchos de ellos secretan sustancias tóxicas por la piel, y sus colores vistosos son una advertencia de ello. Hace no mucho se llevaban descritas 4.500 especies de anfibios, mientras que ya se han descubierto 7.000. Entre ellas se encuentran ranas, sapos, salamandras, tritones y cecilias. Aunque todavía sean abundantes, desde 1980 se está produciendo un importante declive en las poblaciones de anfibios que es una de las mayores amenazas de biodiversidad hoy en día.  

  • Reptiles: son los primeros vertebrados que conquistaron la tierra por completo (ya que los anfibios no sobreviven mucho tiempo en ambientes muy secos). Los reptiles desarrollaron dos ventajas evolutivas que les permitieron conquistar la tierra: por una parte, al contrario de los anfibios y los peces, desarrollaron huevos de cáscara dura y amnios (saco lleno de líquido que rodea al embrión) y, por otra parte, una piel resistente e impermeable al agua. De todos modos, hay tortugas y serpientes que son acuáticas. Se han descrito unas 6.500 especies de reptiles, y engloban tortugas, lagartos, serpientes, cocodrilos, caimanes...
  • Aves: son animales endotérmicos y amniotélicos. Ocupan prácticamente cualquier hábitat disponible, debido a su endotermia (acompañada de homotermia), lo cual regulan su temperatura corporal para mantenerla alta todo el tiempo, y las plumas de queratina que recubren su cuerpo. Además, esto, junto con la modificación de las dos extremidades anteriores en alas, las hace generalmente (hay excepciones como el avestruz o el kiwi) capaces de volar. Además, su boca no tiene la forma que tiene en el resto de vertebrados, ya que se trata de un pico con el que cogen el alimento, abren frutos secos y semillas o desgarran la carne. De esta forma, dependiendo de la nutrición del ave en cuestión, tendrá el tipo de una determinada forma. Se conocen hasta 9.000 especies de aves.
  • Mamíferos: son los últimos aparecer evolutivamente, y son los únicos vivíparos (alimentan a sus crías con leche y las hembras las paren, al contrario de las demás clases, que ponen huevos). Son ureotélicos, es decir, excretan sus desechos nitrogenados en forma de urea. Para ello, tienen una ruta metabólica compleja llamada ciclo de la urea que ya explicaré en otra entrada posterior. Tienen muy desarrollados los cinco sentidos: oído, vista, olfato, gusto y tacto. La alimentación de los mamíferos es diversa: los hay tanto hervíboros como canívoros y omnívoros. Al igual que las aves, también son endotérmicos. Tienen su cuerpo cubierto de pelo. El ser humano es apenas una de las 4.000 especies de mamíferos que existen, la mayoría terrestres (por su respiración pulmonar y demás adaptaciones), pero los hay también acuáticos. De hecho, la ballena azul es no solo el animal más grande que existe, sino que está prácticamente demostrado que es el más grande que ha existido jamás.

Finalmente, los cordados son un grupo numeroso de animales, y sin duda el más estudiado (se cree que apenas quedan 5.000 especies por descubrir). Sin embargo, acciones humanas como la destrucción de los hábitats han hecho que muchos animales de este filo al que pertenecemos estén en peligro.






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