miércoles, 22 de mayo de 2013

El procesamiento del alimento (II): digestión

Digestión

La digestión es la segunda fase del procesamiento de los alimentos en los animales. Transforma los alimentos en moléculas más sencillas para que puedan ser aprovechadas por las células. Este proceso lo llevan al cabo sobre todo los enzimas y suele tratarse de un conjunto de transformaciones tanto mecánicas como químicas.

Tiene lugar a tres niveles: intracelular, mixta y extracelular.

Digestión intracelular

Es el más primitivo evolutivamente hablando. Se dice que es propia de las esponjas porque es la única digestión que tienen, pero, en realidad, ocurre en el interior de las células de todos los animales. El proceso intracelular es el siguiente:

  1. Una vesícula engloba las partículas alimenticias, vesícula a la cual los lisosomas vierten enzimas hidrolíticos (hidrolasas ácidas), formándose la vacuola digestiva.
  2. Los nutrientes provenientes de los alimentos, químicamente degradados, salen al citosol, mientras que los productos de desecho son expulsados al exterior mediante una vacuola fecal (esto, en realidad, no es ya digestión, sino egestión).

Digestión mixta

Transcurre en dos etapas, la intracelular y la extracelular, y es propia de platelmintos y cnidarios. En estos últimos, las células que recubren las paredes de la cavidad gastrovascular segregan enzimas que degradan las proteínas. La digestión sigue dentro de las células digestivas de la gastrodermis, desde donde los nutrientes pasan por difusión a otras células. El alimento no digerido se expulsa por la boca.

Digestión extracelular

Es la digestión más evolucionada, que permite la ingestión de partículas alimenticias de mayor tamaño, lo cual hace que el proceso de digestión sea intermitente, y ocurre en la mayoría de los invertebrados y en todos los vertebrados. La digestión se realiza en las cavidades del tubo digestivo, fuera de las células. Los alimentos sufren dos transformaciones:
  • Mecánicas: fragmentación del alimento en partes más pequeñas, por medio de la masticación por parte de los dientes (la molleja en las aves). Esta fragmentación favorece las transformaciones químicas.
  • Químicas: hidrólisis enzimática. Se transforman macromoléculas como el almidón, la celulosa o las proteínas en monosacáridos, aminoácidos... La acción enzimática se lleva a cabo en varias cavidades del tubo digestivo. Para cada molécula que hay que degradar hay un enzima, y por tanto posiblemente un organismo no sea capaz de digerir cualquier molécula orgánica. Por ejemplo, los seres humanos somos capaces de digerir el almidón gracias a las amilasas de nuestra saliva, pero no somos capaces de digerir la celulosa (compone la fibra y facilita la egestión precisamente por eso, porque no se puede digerir). Sin embargo, otros mamíferos, los rumiantes, gracias a que viven en simbiosis con bacterias que fabrican celulasas, pueden digerir la celulosa. También las termitas viven en simbiosis con un organismo, un protozoo, que fabrica celulasas, y por ello también pueden digerir la celulosa. De esta forma, la madera, que es casi toda celulosa, es muy nutritiva para ellas, mientras que para nosotros es una "cosa" vacía de nutrientes. Otro ejemplo es la intolerancia a la lactosa: algunas personas tienen un déficit de lactasas, lo cual no digieren la lactosa. Esta se concentra en los intestinos, y debido a fenómenos osmóticos, genera diarrea.



Esta cabra podrá realizar la digestión de la celulosa.
Esto convierte a la hierba en un alimento muy nutritivo para ella.






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